viernes, 23 de marzo de 2012

DAVID Y SALOMÓN. ACRECENTANDO REVELACIONES DE VERDAD Y SABIDURÍA - CAPÍTULO III:











CAPÍTULO III:


DAVID Y SALOMÓN.
ACRECENTANDO REVELACIONES DE VERDAD Y
SABIDURÍA


Frecuentemente nos hemos referido a la Biblia como “El
Maravilloso Libro de las Épocas”. Esto se evidencia por el hecho de que mientras más uno avanza espiritualmente, más le revelan las
Escrituras sus extraordinarios secretos escondidos. Como se ha
indicado antes también, a medida que el hombre ingrese en la
iluminación de la Edad Acuariana, va a comprender que la Biblia no es solo el Libro Supremo de la Luz, sino que le además le abre misterios más profundos y verdades más insondables que las que se puede imaginar en el presente.


Muchas verdades sin tiempo están encubiertas en los registros
bíblicos de David y Salomón, los que poseían poderes iniciáticos de
un alto grado. Para evitar el mal uso que se pudiera dar a las
verdades espirituales que ellos entregaron al mundo, o que fueran
degradadas por personas aun no capaces de captarlas y aplicarlas
correctamente, éstas fueron envueltas en símbolos poco atractivos ó encarnadas en relatos que estaban de acuerdo con el desarrollo primitivo y sensual entonces prevaleciente.



Una enseñanza de la antigüedad expresa: “Si usted supiera la
doctrina, entonces tendría que vivir la vida”. Al ser esto así, uno debe concluir que David y Salomón –dos almas iluminadas calificadas para asumir el liderazgo espiritual de su gente- no eran responsables de la conducta reprimible que la interpretación literal de algunos relatos bíblicos les atribuye. Por ejemplo, la mujer en la vida de David indica realmente estados definidos de su desarrollo espiritual más que varias uniones poligámicas, como aparecerían ser en las lecturas literales. Se dice de Salomón que tuvo setecientas esposas y trescientas concubinas. Numéricamente sumados el 7 y el 3 nos da 10, el número de la realización espiritual. Tal es el significado de este número como se lo emplea a lo largo de todo el Antiguo Testamento.


Se le designa a Salomón como el más alto Iniciado de la
Dispensación del Antiguo Testamento. El gran amor que mostraba
profesar a las mujeres, no debe ser considerado como una pasión
ciega personal, sino como un medio de transmitir el hecho espiritual
que experimentó, el éxtasis que viene de haber obtenido la unión con el exaltado Principio Femenino, estado que es un requisito para
grados iniciáticos más altos adscritos a ellos. Por otro lado, las varias mujeres en la vida de Salomón representan esotéricamente los diversos pasos en el progreso de un aspirante, como Miguel simboliza los poderes marciales de Marte que se dan como una acechanza para David; Eglah, el personal e íntimo amor de Venus; Chimham, la expansibilidad de la conciencia Jupiteriana; Hagith, la ley y el orden de una bien desarrollada naturaleza Saturnina; Abital, los atributos incrementados de la fe y la sabiduría generalmente asociadas con Mercurio. El matrimonio de David con Abigail simboliza un elevado estado de conciencia espiritual. (I Samuel 25: 2-42)


Abigail implora por Nabal, el tonto, que personifica la naturaleza
inferior del hombre. Nabal rehúsa compartir el alimento con David, lo que significa ciertas cualidades espirituales sobre las cuales un necio mortal no tiene comprensión. Luego de haber alejado a los hombres de David y entonces tomar parte en una orgía alcohólica, duró solo diez días. La muerte de Nabal, (la naturaleza inferior) fue seguida de la unión de Abigail (el gozo de Dios) y David (el Bienamado). Esto significa otra vez una unión con el “eterno femenino que nos conduce siempre hacia arriba y adelante” -en esta ejemplificación de la coronación de David en Hebrón (la unidad) como Rey de Judá (amor y  aclamación). David comenzó el verdadero gran trabajo de su vocación solo después de este MATRIMONIO MISTICO.




A David, como Rey de Judá, se le preparó durante un periodo de
siete años para una posición aún más alta: la de Rey de Jerusalén, la
ciudad de la Paz. Se le enseñó a leer el Archivo Akásico (la Memoria  de la Naturaleza) y a estudiar en éste los prototipos del más altísimo Templo de Misterios, develados mas tarde por su hijo Salomón.


Así como hay ciertos centros espirituales en el cuerpo de un
hombre, hay centros correspondientes de energía espiritual dentro
del planeta Tierra. Por incontables miles de años los emplazamientos de estos centros terrenales han sido los lugares donde están situados los Templos de Misterios. Desde cada uno de ellos, personas que están dentro de su área de irradiación, se les han impartido avanzadas verdades espirituales y Jerusalén, la ciudad de la Paz, fue el sitio para dicha emanación de poder.


Esotéricamente hablando, Jerusalén está en el mismo corazón
de la Tierra. Según el testimonio de la visión desarrollada, fue
escogida muy al comienzo de la civilización y consagrada por los
Sabios bajo la guía de los líderes angelicales. Melquisedec, el
Sacerdote Arcano y uno de los más exaltados miembros de la
Fraternidad Blanca, trabajó y enseñó en dicho lugar. Trajo a Ariana la sabiduría sagrada de los Atlantes antes de su inundación final -
registrada bíblicamente en el relato del Diluvio. En este lugar sagrado -llamado Salem, la ciudad de Paz- Abraham fue iniciado en las observancias del primero de los Misterios que culminó en el Convite del Señor o Última Cena, el Banquete del Pan y del Vino. Mas tarde el mismo altozano fue el lugar escogido para el Templo de Salomón y de allí en adelante Abraham superó la prueba suprema en el Rito de la Renunciación cuando se le ordenó que sacrifique a su hijo Isaac.


Cuando esta ciudad sagrada hubo pasado a las manos de los
Jesuitas, ellos la renombraron JEBU y establecieron allí un Templo
dedicado a Astarte. Alrededor del año 1000 A.C. luego de llegar a ser Rey de Judá y de Israel, David fue imbuido a hacer de esta ciudad su capital y la renombró la CIUDAD DE DAVID. Siempre ha habido un poderoso influjo y reflujo de energía espiritual desde Jerusalén, localizada en una colina que dominaba un amplio territorio circundante. Y además de ser el corazón central de toda la Tierra y el hogar de Judá, del signo real Leo, merecidamente llegó a ser la CIUDAD DEL REY.



Lo que es más aun, Jerusalén fue el eje central de los primeros
Misterios Cristianos.- por lo cual el trabajo de David y los servicios
celebrados en el Templo de Salomón constituyeron su preparación. Y está destinada a instituirse en el centro de los Misterios Cristianos en preparación para la segunda venida de Cristo como lo fue para Su aparición previa. En efecto, este lugar sagrado fue la MECA de los Iniciados tanto de la Vieja como de la Nueva Dispensación. Fue el escenario de actividad de todos los profetas del Viejo Testamento, excepto de Amos y Oseas. Dentro de este ámbito los Libros del Viejo Testamento fueron, si no escritos, concebidos. José y la Madre Sagrada fueron acólitos del Templo de Jerusalén que fue también el escenario del trabajo del Maestro y de aquellos sus discípulos y seguidores cercanos y muchos de estos últimos recibieron su preparación en comunidades localizadas en áreas cercanas a su elevada radiación espiritual -como por ejemplo, el Monte de los Olivos, donde David pasó una de sus pruebas de regeneración y donde Cristo Jesús hizo su final y completa renunciación en conformidad con la voluntad del Padre. Y la crucifixión de Cristo tuvo lugar en esta ciudad
tan altamente energizada.


*






LA MISION DE SALOMÓN EN EL MUNDO


La leyenda nos relata que el nacimiento de Salomón fue
presenciado por una Recepción de Ángeles que cantaban coros
triunfantes igual que lo hicieron en el nacimiento de Jesús. También
se dice que el Arcángel Gabriel, guardián de las madres y de los niños, estuvo presente para derramar su bendición sobre el infante.
Natán, un profeta de Dios que guió a David en los caminos de
La Verdad, fue nombrado maestro y guardián del joven Salomón.
Entonces el muchacho creció y se desarrolló en un ambiente de
rectitud y sabiduría, y de esta manera se le preparó para realizar su
gran trabajo para la elevación de la humanidad.


Un día, cuando Salomón tenía alrededor de trece años de edad,
el tribunal se reunió en el majestuoso Corredor de los Cedros, cuando un ángel se le apareció y colocó una hoja dorada en las manos del Rey David. Sobre esa hoja se hallaban inscritas unas preguntas en caracteres místicos. David anunció: “Aquel que conteste estas preguntas me sucederá como el rey de Israel.” Entonces leyó: “¿Qué es todo y que es nada?” Rompiendo el silencio que siguió, sólo Salomón pudo replicar: “Dios es todo y el mundo es nada”. David continuó leyendo. “¿Qué es lo que más importa y que es lo menos?” Una vez más, Salomón fue que replicó: “La paz es lo que más cuenta  y lo menos es el miedo”.



El más notable trabajo de Salomón fue la construcción del gran
Templo de los Misterios. Las enseñanzas que emanaron desde allí
servirían a toda la actual Quinta Raza Raíz a lo largo de su duración
evolutiva. El Monte Moria, al igual que el Monte de los Olivos
previamente referido, era un territorio de enorme poder espiritual. A Salomón se le instruyó que erigiese un magnífico Templo sobre aquel monte y que lo dedique en servicio al divino propósito de llevar a cabo la redención de la humanidad. Se le ordenó que Cristo Señor sea recibido en este Templo y que el maravilloso significado y misión de Su llegada hacia nosotros debiese comunicarse desde allí. Sin embargo la humanidad no vivió de acuerdo con los preceptos divinos de Salomón y más tarde los servidores del templo no le reconocieron cuando el Mesías esperado llegó. Por lo tanto el día de la Crucifixión fue el inicio de la ruina del Templo. Era solamente cuestión de tiempo antes de que ocurra su completa destrucción.


Anticipándose Jesús al destino de Jerusalén y del Templo, lloró
por la desventura que a uno y otro les sobrevendría. Sabía que los
habitantes de la ciudad serían incapaces de plasmar el elevado
destino que se les había preparado. Y al contemplar los largos siglos
venideros, vio un futuro lleno de conflictos y guerras devastadoras y sus consecuencias de tristeza, dolor y muerte que acontecerían antes del día de la redención. David y Salomón, ambos Iniciados, vinieron a la Tierra a trabajar por la regeneración de la raza humana en anticipación al grandioso advenimiento del Señor Bendito. Sin
embargo no fueron ellos los que fallaron sino toda la Quinta Raza
Raíz.


Gracias a sus poderes Iniciáticos, Salomón logró controlar a los
habitantes de los reinos superiores e inferiores. Se le abrieron los
cuarenta y nueve caminos de la sabiduría, según establece la leyenda mística (4 mas 9 suma 13, el número iniciático que pertenece a la entonces inminente Dispensación Cristiana.) Aun más, transmutó los brutales poderes de los demonios en otros que servirían en favor del hombre. Controlaba los Espíritus de la Naturaleza y a voluntad podía enviarlos a los más remotos confines del mundo. Salvó a muchas personas que estaban esclavizadas por el castigo de la obsesión.





El macrocosmos es un reflejo del microcosmos. El cuerpo físico
del hombre, su templo, es un reflejo del Templo solar del universo. El Maestro impartió la enseñanza que este templo humano sería el que debe ser destruido y entonces, a través de la Iniciación, ser levantado nuevamente al cabo de tres días. En la masonería mística, es el Templo erigido por dos reyes y por el hijo de una viuda. Éste último, de nombre Hiram de Khurum, llegó a ser el Maestro Constructor - su nombre significa ELEVADO, BLANCO, ASCENDIDO. El Rey Salomón representa el corazón. El Rey Hiram de Tiro, la cabeza. Hiram, el maestro constructor y un hijo de la viuda, simboliza un aspirante que trabaja para unir el poder amoroso del corazón con el intelecto de la cabeza.


A cada candidato masón se le advierte que mantenga sus
herramientas de trabajo en la columna de Joachim, la cabeza. Boaz,
la columna femenina del corazón, es el pilar caído que no puede ser
levantado hasta que el poder del amor equilibre aquel de la razón. La columna de Boaz reasumirá su posición erguida sólo cuando el amor verdaderamente constituya “el cumplimiento de la ley”. Estas son las dos columnas que guardan la entrada de todos los Templos Iniciáticos y cada neófito tiene que pasar entre ellos en su búsqueda de Luz.


Muchas son las leyendas conectadas con el Lago de Bronce.
Este mar, en forma de una flor, era (y está) sostenido por doce bueyes. Como hijo de la viuda (el neófito), se convierte en maestro constructor mediante la alquimia de la transmutación dentro de sí mismo y su “mar de bronce” se convierte en un cristal donde los esbozos del pasado, del presente y del futuro están indeleblemente impresos. Esta habilidad le capacita para transformar su vehículo físico en el “vehículo florecido” de un Iniciado –una labor realizada bajo la guía e instrucción de las doce Jerarquías Zodiacales. Aquella ejecución le erigió a Salomón entre los hombre más sabios de todos los tiempos. Y el “mar” sobre el cual se paró para saludar a la Reina de Sabá simboliza su “mar de bronce” personal.


El trono de Salomón fue modelado con el oro fino de Ofir,
incrustado con mármol y con raras joyas. En cada uno de los seis
escalones que conducían a aquel, había dos leones de oro y dos
águilas doradas parados cara a cara, indicación de la Era Leo-
Acuariana y de sus pioneros, que habían aprendido a construir el
glorioso cuerpo de luz caracterizado por el Templo de Salomón.
Ningún hombre cayó enfermo durante los siete años que duró la
construcción del Templo, ni se deterioró la condición perfecta de sus



herramientas. “Al terminarse, el Templo brillaba como una colina
dorada asentada sobre una montaña de plata. El altar de bronce se
amplió tanto que podría abarcar la TIERRA. El mar de bronce
envolvía el espíritu de todas las AGUAS. La cortina agarraba y
sostenían la trémula sombra del AIRE azul; y los candelabros, la
gloria del FUEGO celestial.” Rodeando el Templo estaba el
bosquecillo de árboles dorados preñados perpetuamente de frutas
que caían solamente cuando se acercaba un enemigo. Había dentro
del santuario una vara de marfil, cuyo roce hería al corrupto pero era inofensiva al puro. Al interior del santuario había una pared que
permanecía transparente pero se obscurecía cuando se aproximaban los indignos.


En la dedicación del Templo, las palabras que siguen
fueron habladas por el Señor, manifestación de la ley espiritual: “He santificado esta casa que me has edificado, a fin de que permanezca en ella Mi nombre para siempre; y en todo tiempo Mis ojos y Mi corazón estarán fijos sobre este lugar” 1 Reyes 9:3. La leyenda dice que Salomón colocó una llave dorada en la puerta del Sancta Santorum al ritmo de la música y cantos celestiales: “Abrid bien la puerta de entrada del Sagrado de los Sagrados, que el Rey de la Gloria puede ir a su descanso”.


*




LA INICIACION SUPREMA DE SALOMÓN


“También la reina de Sabá, oída la fama de Salomón, vino en el
nombre del Señor a hacer pruebas de él con varios enigmas.” “Y
entrando en Jerusalén con gran pompa de acompañamiento y de
riquezas, con camellos cargados de aromas y de oro sin cuento y
piedras preciosas, fue a ver al rey Salomón y propúsole todas las
cuestiones que traía pensadas en su corazón.” Y satisfizo Salomón a
todas sus preguntas: no hubo cosa que fuere oscura para el rey, a lo
cual no le respondiese.” –1 Reyes X: 1-3.


El arribo de esta hermosa reina de sabiduría es la coronación
triunfal de la vida de Salomón. La sabiduría, de la cual canta que está por encima del precio de los rubíes, fue finalmente su posesión.
Antes de dicho logro nunca pudo haber escrito el inigualable CANTAR DE LOS CANTARES, la Canción del Matrimonio Místico - descrita como "una canción de amor acrisolada por lirios". Proclama la mezcla final de la naturaleza inferior con la superior, la sublimación de lo material en lo espiritual. Éste es el resultado más alto de la alquimia divina. Debe tener lugar dentro de la conciencia y la vida de un discípulo, pues le inserta en comunión con esos planos celestiales en donde la perfección del cantar se convierte en su experiencia personal.


El nombre Sabá significa SIETE y su séptuple interpretación: “Lo
bello, lo Viejo, el Uno, el Dador, lo Peligroso, Lo Primero, lo Ultimo.” Ella fue la reina de todas las flores de Arabia; Balkris, su nombre, significa BENDICIÓN. Tres años le tomó a Salomón la preparación de su llegada. Construyó dos muros poderosos que empezaron en los límites de Israel y terminaron en los portales de Jerusalén. Uno fue de plata y el otro de oro, y entre ellos existía un lago del cristal en el cual se reflejaba el mundo entero. Era de esta manera que aguardaba su llegada. Sabá vino ataviada en siete velos tan sutiles como aire tejido y le abordó a Salomón mientras permanecía parado en este “lago” de cristal como si estuviera sobre el agua. Sus regalos para el rey fueron perlas sin precio mientras los suyos para ella fueron ocho verdes rosales de la mística Damasco, todos germinados en flores, y jarras conteniendo aguas de vida eterna del pozo de Siloam – siendo esta última una frase perteneciente a un viejo Templo egipcio de Misterios.

“Viendo, pues, la reina de Saba toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, y la manera con que era servida su mesa, y las habitaciones de sus criados, y las atenciones de sus ministros, y sus vestidos, y los coperos, y los holocaustos que ofrecían en el templo del Señor, se quedó atónita.

“Y dijo al rey: Verdadera es la fama de lo que oí en mi tierra, sobre tus cosas y sobre tu sabiduría; y no he dado crédito a los que me lo contaban hasta tanto que yo misma he venido y lo he visto por mis ojos, y he experimentado que no me habían dicho la mitad de lo que es en realidad. Tu sabiduría y tus hechos son mucho más grandes de lo que me habían contado.

¡Dichosos los que están contigo! ¡Dichosos tus criados, los cuales
gozan siempre de tu presencia y escuchan tu sabiduría! ” 
I Reyes X: 4-8

Los invitados que habían sido acomodados para recibir los
regalos en la gran tienda real del rey, fueron eclipsados por los
homenajes invisibles de coros angelicales. Salomón saludaba a la
bella reina con las palabras: “eres sagrada como el Arca de Dios; tu
cuerpo es Su casa”. Ante estas palabras de salutación del rey,
muchos de los invitados titubearon y partieron. Pero Balkris, Reina de Sabá, se inclinó y se mantuvo firme y sola en la mitad de la tienda real.

“Muchos son los llamados, mas pocos los escogidos”

Otros también vacilaron y se regresaron, incapaces de continuar
en el camino del Maestro- el recto y estrecho Camino de la Iniciación que conduce a los portales del Templo místico donde las dádivas se conceden al aspirante triunfante que está dedicado a la sabiduría y ha aprendido la gloria de la casa hecha no con las manos, aunque sí eterna en los cielos. Al terminar de construir esta "morada" gana los tributos del Maestro y obtiene la habilidad para viajar a tierras foráneas, que es el logro supremo para los pioneros de la raza humana.

Salomón reinó desde Jerusalén en todo Israel el periodo
cabalístico de cuarenta años. Al momento de su transición, sus ojos
contemplaron una visión del futuro: la destrucción del tabernáculo
terrenal ya que éste era transitorio, no permanente. Otro gran Iniciado cristiano decía: “Las cosas visibles son temporales, las invisibles, eternas” “Salomón, Rey de paz, levantando en lo alto el anillo sacro que tenia el nombre inefable, amonestó: “Constrúyase el invisible y eterno Templo”.

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