miércoles, 29 de septiembre de 2010

Meditación sobre Raphael A Raphael lo llamamos el Ángel del Santo Grial - en you tube -

Capítulo XV
Meditación sobre Raphael
A Raphael lo llamamos el Ángel del Santo Grial
en you tube, aqui
Cada uno de los cuatro Grandes Arcángeles que custodian las Sagradas Estaciones vienen a ser, por turno, bajo el Cristo Planetario, guardianes de la evolución espiritual de la raza humana. Durante la vida y ministerio de Cristo Jesús y también durante la fundación de la primitiva Iglesia Cristiana, Raphael vigilaba sobre la Tierra y presidía sobre los nuevos Misterios Cristianos, los que rápidamente suplantaron los Misterios de la vieja Dispensación.
El Grial, o la Copa de la Cena del Señor era entonces, y aún permanece, como el más sagrado símbolo de la Iniciación Cristiana y las leyendas poéticas de la Edad Media fueron escritas bajo la influencia inspiradora de Raphael. El Arcángel Raphael es, de hecho, no otro que Mercurio o Hermes, del mundo pre-cristiano y en lenguaje oculto moderno se dice que El es el Embajador de Mercurio en la Tierra. Hermes, o Mercurio, era el dios de la curación para los Greco-Romanos y era el símbolo de Mercurio, el Caduceo, lo que el sacerdocio de Esculapio escogió para emblema de su trabajo que era tanto físico como espiritual. Esculapio fue el hijo de Apolo y uno de los milagros que se le atribuían era el de haber resucitado a los muertos.
El Caduceo, o cayado de Mercurio, era una vara con dos serpientes enroscadas, una blanca y la otra negra. Para los Antiguos éste era el símbolo de la Iniciación, representando ellas los dos senderos de involución y evolución con el estrecho camino de la Iniciación irguiéndose entre ambas. Las serpientes blanca y negra también tipificaban la consciencia durante la vigilia y el sueño respectivamente. Cómo establecer un puente entre las horas del sueño y de la vigilia consciente reteniendo la memoria fue una de las enseñanzas de los antiguos misterios y en el Antiguo Testamento pueden encontrarse muchas referencias a este respecto. Era también muy conocido que los "hijos de Esculapio" iban y venían por la tierra "como estrellas que se deslizaban" en su ministerio de curación y muchos de sus pacientes fueron curados mientras dormían en el Templo.
Con la llegada del Cristianismo, Raphael cambió el Caduceo de Mercurio por la Copa del Grial, y las serpientes fueron cambiadas por la paloma – otro símbolo sagrado de la Iniciación Cristiana. La Hostia o "maná" que el Libro de Esdras llama "El Pan de Ángeles" y que bajó del Cielo es asociado también con el Cáliz Santo.
El trabajo de Raphael en la leyenda hebrea a menudo se relaciona con la curación; como por ejemplo, en el Libro de Tobías, donde los Ángeles instruyen a Tobías en el método por el cual pueda curar la ceguera de su padre y también la posesión demoníaca de la muchacha con quien iba a casarse. Aquí hay una bella leyenda sobre el efecto donde Raphael en cada atardecer recoge todas las oraciones por curación que se han elevado de la humanidad durante el día y las lleva hasta el cielo, donde son presentadas ante el trono de Dios para ser transformadas en fragantes capullos, los cuales luego son transportados de nuevo a la Tierra por sus Ángeles servidores para traer solaz y alivio donde quiera que haya dolor y sufrimiento.
En ciertos cuadros, donde se representan las Huestes Celestiales, artistas inspirados han mostrado no sólo a veces las alas convencionales que aparentan brotar de las espaldas de aquellos, en la región de los omoplatos, sino, además, pequeñas alitas que parecen brotar de la región de sus gargantas. Esto representa la consciencia angélica tipificada en el Arcángel Raphael. En los iniciados humanos, quienes bajo su custodia han elevado o transmutado la fuerza de vida hasta el Cáliz del Grial del corazón y la cabeza, la Luz radia de la garganta cuando la palabra es pronunciada y esa luz tiene una semejanza de alas. Materializada más allá de todo reconocimiento por las mentes que tomaron el lenguaje poético de los antiguos demasiado literalmente, aún así las alas en la garganta sugieren al estudioso la verdadera naturaleza de los poderes angélicos.
La Pascua dramatiza los secretos de la vida. En los Templos de la Nueva era, esos secretos serán develados una vez más y el mensaje Pascual de la continuidad de la vida será demostrado a las masas en la resurrección y ascensión global, en sentido iniciático; y una raza nueva, instruida por Raphael, comprenderá por completo la gloriosa promesa del Cristo de que el hombre ya no morirá. como hemos explicado antes, ello no significa que el hombre vivirá para siempre en el mismo cuerpo físico. significa que cuando la envoltura externa sea dejada a un lado, el espíritu pasará de este plano al siguiente con conciencia ininterrumpida y que de nuevo volverá de aquel plano para renacer sin perder su concientabilidad.
Eventualmente, cuando los cuerpos de la raza hayan devenido más puros y etéricos no requerirán ser renovados, poseyendo la semilla de la inmortalidad en ellos mismo, la labor de Raphael se habrá cumplido y la humanidad podrá ascender hacia nuevos Misterios.
Los antiguos cristianos estaban de acuerdo en que San Juan – el nombre Iniciático de Lázaro – había obtenido esta gran victoria. Fue en la noche del sábado que antecedió al Domingo de Ramos que San Juan, el Discípulo Amado, celebró el ritual de la primera iniciación Cristiana, por lo cual llegó a la total revelación, o comprensión, del Misterio solar. El vio el gran y glorioso destino del Arcángel Cristo como Príncipe de los Arcángeles y contempló el trabajo que Aquel debería hacer por la tierra y sus habitantes.
Juan fue el primer fruto, la primicia del trabajo de Cristo. El solamente entre los doce salió de la tumba por la palabra de Cristo antes de la Crucifixión y la Resurrección. Los demás lograron esta meta mucho después.
El miércoles de la Semana Santa vio la traición y auto–destrucción de Judas.
En la vida del discípulo esto simboliza la eliminación de los deseos groseros y la limpieza del sendero que conduce al monte de la liberación.
El Viernes Santo representa el paso final del sendero iniciatorio, durante el cual el Discípulo carga su cruz, como Cristo llevó la Suya, subiendo las laderas de su propio calvario – no sin la ayuda de aquellos compasivos seres, como Simón asistió a Cristo hasta la cruz, para colgar de ella, donde repite las palabras de Cristo: no"¿Por qué me has abandonado?", sino,"¡Como me has glorificado!"
En los ceremoniales de la iglesia sobre el drama de Cristo, el Sábado anterior al Domingo de Pascua era el momento especial para el Bautizo. El Bautizo para aquellos primeros celebrantes significaba mucho más que el Ritual físico; aquel era una iluminación, en el espíritu de la vieja fórmula por la cual el Neófito debía bañarse en el Nombre de Dios.
La palabra Bautismo era utilizada para significar un " comenzar a ver", pues ello era lo que la iluminación provocaba; era comenzar a ver los misterios de los planos internos de la naturaleza, disolviendo el velo que pendía entre los vivos y los muertos y entre el hombre inferior y su Ser Superior; disolviendo también los velos de la separatividad que alejan a los seres humanos unos de otros por la desunión y restaurándoles la desembarazada visión de la Paternidad de Dios y la Hermandad entre los hombres. Dicho conocimiento del amor universal y la Luz son requisitos para la participación en el Rito de la Mañana de Pascua.
El ceremonial de la Pascua es el más exaltado que se ha dado a la Tierra en el presente estado de la evolución humana. es mayormente un ceremonial Angélico, pues Huestes de Ángeles y Arcángeles toman parte en el drama de Cristo y es eminentemente adecuado entonces que la Pascua de la humanidad se celebre con música y flores, siendo éstos, dones que los Ángeles han derramado sobre nosotros.
Fue el propio Cristo quien demostró a los Discípulos el significado completo y el propósito del trabajo iniciático que es la conquista sobre la muerte, el triunfo total del espíritu sobre la materia. Así como el Cristo apareciendo en su Cuerpo Etérico de Resurrección dio un mensaje de inmortalidad a la humanidad, también hoy El reaparece anualmente en la apariencia etérica de tal cuerpo, que es también la apariencia del cuerpo que habitará la nueva raza algún día sobre el Planeta y de la cual todos seremos parte. Este es el bello simbolismo de la Tumba vacía cuando la piedra de la conciencia vieja haya sido removida, la última atadura de la evolución humana sobre la tierra.
También este es el sentido del término iniciático "Ser Cristianizado". La más bella promesa ante los ojos del hombre de hoy es aquella Tumba vacía, junto a la cual se yergue el Ángel diciendo: "No está aquí, ¡Ha Resucitado!"
* * *
del libro "Portales Estelares"

No hay comentarios:

Publicar un comentario